Todos me escuchaban impresionados al saber que en Barranquilla existe un colegio con semejantes descripciones, un colegio como La Normal. Situada en la carrera 35 con calle 72 se halla La Escuela Normal Superior La Hacienda una institución pública, que brinda a sus estudiantes liderazgo para ser formadores, mediante una filosofía de esperanza que los oriente a la transformación de la comunidad.
Y ahí estaba yo, en ese lugar que me impactaba y por horas me hacía olvidar que me encontraba en la capital del Atlántico, pues me sumergía en una “finca” como no me cansé de llamarle.

En la mayoría de las ciudades hay diferentes instituciones, en las que se les ofrece educación a quienes serán el futuro de nuestra sociedad; y algunas de estas son grandes, pequeñas, particulares o simplemente comunes. El objetivo es brindar la mayor comodidad posible a los estudiantes.
Pero La Normal no es un colegio más, es una
hacienda como su mismo nombre lo indica, ya que cuenta con mas de xxxx en la
que aparte de todo el sector de aulas de clases, sede administrativa, teatro y
capilla, cuenta con una diversidad increíble de flora y fauna.
En la entrada de las instalaciones los
visitantes pueden deleitar su vista con un
pozo, en el que se puede percibir la blancura impecable de los patos
quienes con su grasneo dan mucho ambiente de naturaleza; y estos crean un
colorido contraste con el verde de la vegetación.
Más adelante hay un camino que se divide en
una Y en el cual se debe decidir cuál de las dos travesías se quiere emprender:
una expedición por “un bosque” o un paseo por una mini ciudad que incluye un
teatro.
Mi espíritu aventuro me instó a ir en busca
del “bosque” y para llegar tuve que recorrer un trayecto bastante
expedicionario, lomas, muchos árboles que se atraviesan al paso, piedras y
sobre todo caporos muchos caporos, que son unas iguanas de gran tamaño,
paseándose casi en medio de los pies.
Este camino me llevó al sitio que causaría
que mi niño interior saliera a flote, una verdadera reserva de la fauna
colombiana, es impactante encontrar dentro de un colegio, dentro de un barrio,
dentro de una ciudad, caimanes, sí caimanes que han sido adoptados como
miembros oficiales de La Escuela Superior
Normal La Hacienda. Uno de estos astutos se llama Congo, un caimán de
aproximadamente tres metros, que causó que mi intriga se despertara por saber
si era un maniquí o ser vivo y después de esperar muchos minutos en el que le
hablaba como si pudiese atenderme, se movió y sólo se escuchaban mis gritos de
emoción. Congo ha sido el protagonista de muchas poesías, letanías y hasta
canciones que los miembros del colegio le han compuesto.
A mi encuentro salió una joven que al verme
se identificó como egresada de la Institución y solo me miraba antes los
comentarios que le hacia de la belleza natural de su colegio. Claro que mi duda
ella la podia resolver:
¿Por
qué un lugar así para estudiar y por qué tantos animales en un colegio urbano?
“Porque esta zona fue donada hace
muchos años y poco a poco se fueron trayendo mas animales, para hacer un lugar
diferente para los estudiantes; además todo el lugar se utiliza para clases de
biologia y preseversacion del medio ambiente”.
¿Es
aprovechado y protegido el lugar por los estudiantes?
“Claro, desde que entramos al
colegio nos enseñan a quererlo, repetarlo y cuidar todo lo que hay en él. Con el tiempo uno
siente que esta es nuestra casa. Cuando yo estudie preferia estar aquí todo el
día”.
Después de la corta charla seguí con mi
marcha y mi impresión aumentaba, ante mis ojos una piscina semiolímpica, una
cancha de beisboll y una acogedora cafeteria donde pude descansar y refrescarme
un poco.
Luego decidí trasladarme al sector de la
mini ciudad, un espacio totalmente citadino en el que hay una capilla con un
toque algo envejecido y seminarista y a unos metros un teatro que ha sido
testigo de cientos de presentaciones de los barranquilleros.
Y así dí por terminada mi travesia por La
Escuela Normal Superior La Hacienda, quedando en mis recuerdos y en algunas
imágenes la memoria de un colegio, de una finca o de una hacienda, que brinda a
sus estudiantes clases en un paraíso natural, donde el contacto directo con la
naturaleza hace parte del aprendizaje.
yo estudio en esa escuela
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